BENDICE ALMA MÍA A JEHOVA...Y NO OLVIDES NINGUNO DE SUS BENEFICIOS

Bendice alma mía a Jehova...y no olvides ninguno de sus beneficios

 “Bendice alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su Santo nombre. Bendice, alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus inequidades, Él que sana todas tus dolencias; Él que rescata del hoyo tu vida, Él que te corona de favores y misericordias; Él que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila”.

En la vida no todo es como queremos, siempre hay circunstancias que deseamos fueran mejores de lo que son; si nos concentramos en eso que no es como nos gusta, el resultado será una vida amargada, si por el contrario lo que hacemos es una reflexión consciente de todo lo bueno que tenemos, de todo lo bueno que nos pasa; el resultado será un corazón alegre que puede cantar aún aun cuando no todo es como se desea.

El Rey David muy bien sabía de esta situación, por eso él hablando consigo mismo, se auto-invita a dar gracias a Dios por todos los beneficios recibidos, por los grandes y los pequeños "...y no olvides ninguno de sus beneficios".


En la vida de David, no todo fue como él esperaba, su vida estuvo llena de situaciones difíciles de sobrellevar, sin embargo en los salmos él expresa alegría, confianza en Dios entre otras; y esto debido a ese corazón reflexivo y agradecido.

Estos versículos nos dicen que el alma debe bendecir a Dios, por eso debe estar bien ministrada y no puede haber rencores, resentimientos y recelos en ella, no puede tener avaricia y cosas de ese tipo, porque debe bendecir a Dios.
El salmista se está hablando a sí mismo. Aprende también a hablarte. Cuando te mires al espejo di a tu alma: “Bendice alma mía al Señor, no olvides ninguno de sus beneficios.”

¿Quiere Ud. tener un corazón alegre?

De gracias a Dios por todo lo que tiene que ver con usted, haga regularmente un balance de tantas bendiciones que él le permite tener, trate de no olvidar ninguno de los beneficios que él le da, y entonces su corazón se alegrará, Ud. se sentirá afortunado (a), las bendiciones adquirirán gran tamaño, y lo desagradable que a Ud. le pasa, empezará a perderlo.

 

 

Reflexión compartida por el Pastor Carlos Guerra

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